Seguramente has escuchado esa frase repetida hasta el cansancio:
“el cliente siempre tiene la razón”. Pues ehm… no.
Por lo menos aquí en WOW Mira! creemos que el cliente casi nunca tiene la razón. Y ojo, no porque no valoremos lo que piensa, eso sí jamás, sino porque muchas veces llega con ideas que suenan chéveres -en su cabeza-… pero que en la práctica matan la creatividad, frenan al 100% la estrategia y, peor aún, hacen perder plata.
Ejemplo rápido:
El cliente pide: “Quiero un logo más grande que tenga mi nombre completo y el de la empresa”.
Lo que en realidad necesita: que su marca comunique mejor, que conecte y que la gente lo recuerde.
¿El problema? Si hacemos todo lo que nos piden al pie de la letra, terminamos siendo simplemente ejecutores, no estrategas. Y para eso mejor contratan al sobri que “sabe de Photoshop”.

¿Qué funciona entonces?
Cuando decimos que el cliente casi nunca tiene la razón, lo que en realidad estamos diciendo es:
- Que nuestra tarea es preguntar más, incomodar un poquito y retar esas ideas.
- Que no nos da miedo decir “no” si creemos que la propuesta no suma.
- Que trabajamos como un equipo, no como un “mande y haga”.
¿Por qué? porque las marcas no necesitan un “sí” permanente, sino un socio que les diga: “vea, esto puede sonarles duro, pero es lo que realmente les va a funcionar”.
Los resultados mandan
El verdadero “WOW” aparece cuando dejamos de hacer lo obvio y nos atrevemos a probar caminos distintos.
Ahí es cuando el cliente entiende que no se trataba de agrandar el logo, poner su nombre completo con el apellido hasta de la bisabuela, ni de llenar la página de hashtags, sino de construir una marca con propósito, que se sienta real y que conecte de verdad.
Entonces…
Nop, el cliente no siempre tiene la razón.
Pero sí siempre tiene la oportunidad de encontrar en nosotros un aliado que:
- Lo escuche.
- Lo rete.
- Y lo lleve a donde realmente quiere estar, aunque al principio no lo tenga tan claro.
Trabaja, no para cumplir caprichos, sino para crear marcas que incomoden, que brillen con luz propia y que logren que todos digan: WOW Mira!
¡Nos leemos en una próxima!
